Este proyecto supuso la rehabilitación completa de una casa antigua de pueblo en la que el jardín se había convertido en un pequeño bosque de hierbas y matojos y donde tanto las vigas como las paredes se encontraban en un claro estado inaprovechable.
Se tuvieron que sustituir la práctica totalidad de las vigas de madera por encontrarse éstas podridas y se cambió por completo la distribución de lo que antiguamente eran las cuadras de una casa de mayor dimensión.
Las propietarias quisieron mantener la madera como material predominante en la casa y darle de esta manera un ambiente cálido y acogedor, resaltando en tonos más oscuros los elementos portantes de la estructura de la casa como son los pilares y las jácenas.
Es resultado final ha sido una casa con grandes espacios y una gran claridad en sus dos plantas conseguida gracias a las amplias aperturas de que disponen todas sus estancias.